Este es el cuento ganador del primer lugar del concurso de El Desvan de Dony. Quería esperar a que lo publicaran junto con los otros ganadores en algun lado, pero parece que tomará tiempo y hay personas que quieren leerlo, asi que me decidí a publicarlo :3
Flor en el asfalto
Normalmente no uso el autobús. Soy el tipo de persona consciente de que la ecología es importante, por lo tanto, si salgo, he de hacerlo a pie, o en bicicleta si tendré que recorrer una distancia larga. No soy un ávido seguidor del transporte público, principalmente porque la idea de ir apretujado con un montón de extraños me da una sensación de agorafobia enorme, algo bastante curioso, tomando en cuenta que soy músico y toco frente a cientos de personas por varias noches seguidas, muchas más que las que se pueden meter en un transporte público. Además, por mi trabajo, muchas veces estoy rodeado de muchas personas, gente que quiere estar cerca de mí, gente que desfallece por tocarme, y eso no me incomoda tanto como subir a un autobús de transporte público.
Aquel día, sin embargo, no sé qué me poseyó para decidir subirme al transporte público. Quizás era porque iba a un sitio muy lejano a encontrarme con una vieja amiga -con la que había colaborado algunos meses atrás en un video- aquella tarde, quedamos de ir a comer a un famoso restaurante de fusión oriental en Los Ángeles y me emocionaba la idea de verla de nuevo, llevaba algún tiempo sin hablar con ella frente a frente, y de algún modo, los mensajes de texto y en Twitter no eran lo mismo que ver a alguien frente a frente y conversar con aquellas personas.
De modo que, como dije anteriormente, subí al autobús, dispuesto a pasar una tarde agradable con aquella amiga mía. Seguramente me hablaría de los trabajos que había aceptado, de su prometido y tal vez me mostraría el glamoroso anillo de compromiso que su novio le obsequió, unas cuantas semanas después de que yo la conociera.
Pensaba en todo eso cuando me senté en uno de los lugares vacantes en el autobús, mientras le enviaba un mensaje de texto en mi IPhone para decirle que ya iba en camino, cuando desvié la mirada del teléfono, me encontré con una persona muy curiosa.
Las he visto antes. Brillos de color rosa en una ciudad a la que parecen no pertenecer, princesas de cuentos de hadas perdidas en medio de grandes ciudades, y aunque pareciera que no encajan en aquel paisaje modernista de las grandes y suntuosas ciudades... De algún modo, logran encajar. Resaltan bellamente.
No soy ignorante, las conozco, las he visto, debe haber por lo menos una o dos de ellas que han asistido a los conciertos en los que participo, y aún así, no dejan de sorprenderme. Son flores en el asfalto, damitas perdidas en un mundo al que les gustaría no pertenecer.
Lolitas, luz de mi vida, fuego de mis entrañas...
Lo más curioso de toda aquella situación no fue encontrarme a una de ellas, nunca he sido intolerante respecto a estas doncellas, soy firme creyente de que nuestro cuerpo es NUESTRO y hemos de ponerle encima lo que deseemos, sino el hecho de que, a pesar de que el medio en el que nos encontramos estaba casi lleno a tope, nadie, absolutamente nadie, se sentaba a su lado. La doncella de rosa pastel, un destello de color entre tantos grises y negros, entre tantos jeans y trajes sastre, estaba sola, observaba hacia afuera por la ventana, como si no hubiera nadie ahí más que ella.
Como un lirio entre los espinos, un girasol abandonado entre la hierba. Nadie se atrevía a acercarse a donde ella estaba. En ese momento me pregunté qué tan solitaria sería su existencia, si nadie se acercaba a ella, si nadie se interesaba en saber qué era lo que existía en su cabecita, noté que muchas personas la observaban detenidamente, pero ninguno se acercaba, nadie se sentaba a su lado. Seguía sola.
Me levanté, y luchando contra las olas de gente a mí alrededor, que se agolpaban a mis lados y trataban de empujarme a la otra orilla, fui a parar cerca de ella, me di cuenta entonces por qué estaba tan en silencio, tan en su mundo. En sus manos, llevaba un Ipod rosa, y los cables rosados iban a dar a sus oídos, la música, con el volumen a tope, por fin llegó a mis oídos.
Sin pensarlo un momento siquiera, me senté a su lado, cuidadoso de no caer sobre los delicados encajes de su falda. Pude notarlo todo con detalle ahora. Los colores en sus párpados, el rubor en sus mejillas, el suave color durazno en sus labios, las uñas decoradas, que reposaban en su regazo, junto con una pequeña bolsita en forma de corazón. Todo era hermoso...
Decidí no verla más, se daría cuenta y tal vez estaría incómoda, saqué mi teléfono de nuevo y envié otro mensaje a mi amiga, dando a entender que estaba cerca, y por un momento, sentí como si aquella señorita, aquella flor en el asfalto, sonriera, más para sí misma que para mí. Pretendí no darme cuenta, y no dije nada, al fin de cuentas ¿quién era yo para decirle a aquella avecilla, libre como el viento, que no podía sonreír para ella misma, si aquel mundo gris le negaba su sonrisa?
Para mi sorpresa, nos bajamos en la misma parada de autobús, ella bajó después que yo, con una gracia con la que parecía haber nacido, los caireles de su cabello caían graciosamente sobre sus hombros, y sus zapatos sonaban suavemente con cada paso que daba.
Nos miramos por un momento, ella, con sus ojos verdes fijos en los míos, sin decir palabra alguna, sus delgados dedos de uñas decoradas jugueteaban con el encaje de su blusa nerviosamente, como si deseara decirme algo, pero no se atreviera. Me quedé ahí, en silencio, esperando, sabía que lo que sea que ella deseara decirme, tenía que ser importante para que masacrara el encaje de aquella blusa que probablemente había costado tan cara como el último par de baquetas que yo mismo compré la semana anterior.
Avanzó, y el único ruido que se escuchaba era el suave sonar de los tacones de sus zapatos, y un cascabel pequeño que colgaba del cierre de su bolso, y abrió la boca, pero no dijo nada. Se quedó así un momento más, como si luchara consigo misma. Finalmente, atinó a sonreír de nuevo, un gesto que no era forzado ni ensayado, era genuino, una sonrisa de verdad.
“Gracias...” Fue todo lo que dijo, y me sorprendí de escuchar su voz, me entregó una tarjeta con una dirección de una página de internet. “Usted parece dispuesto a aprender, y ahí, nosotras estaremos dispuestas a que aprenda.”
Su sonrisa se hizo mayor cuando acepté la tarjeta y la guardé en mi cartera, tomé su mano entre las mías y le devolví la sonrisa. Lamentablemente, era tarde y debía irme. Agnes me esperaba y no se caracterizaba por tener mucha paciencia. Dejé ir su pequeña mano y me alejé unos cuantos pasos.
“Debo irme, pero ha sido un gusto compartir el autobús contigo...” Sonreí ante su mirada de sorpresa. “Eres un soplo de aire fresco, un destello de color entre una escala de grises, espero que nunca dejes de serlo...”
“Se lo prometo de todo corazón.” Dijo ella, y se giró para marcharse, curiosamente, al restaurante que estaba en la otra acera, justo delante del sitio al que yo iba.
Ahora que lo pienso, mientras le relataba aquel suceso a mi amiga, nunca se me ocurrió preguntar el nombre de aquella señorita. Y ella tampoco preguntó el mío, pero era como si ya nos conociéramos...
Una vez en un sueño...
Tal vez ella sabía quién era, y con ese conocimiento, el hecho de que abandonara mi sitio para sentarme a su lado incrementó su felicidad, quizás ella estaba enterada de ante quién estaba en aquella acera, sin embargo, no lo sabré, tal vez nunca lo sepa.
El simple hecho de haberla visto, de haber hecho su día de aquella manera, significó bastante para mí, y si significó algo para ella, si significó lo suficiente para hacerla detenerse a hablar conmigo y sonreírme, entonces, saber su nombre, tal vez no es tan importante.
Para mí, sigue siendo una damita perdida,una princesa sin cuento, un lirio entre espinos...
Una flor en el asfalto.
Dreamcore
viernes, 4 de enero de 2013
domingo, 14 de noviembre de 2010
Hello again!
Good afternoon/morning/evening!
I wanted to update the blog with some information about the first novel I am working on right now.
I will not let out a lot of information about it, but I just want you to know that it is a short novel because I'm just starting, and I would like to start off with something small. The novel doesn't give away anything new to the literary universe, but then again, nothing recently does that. I just felt that I would give the new generations a taste of the 'old school', the kind of things I grew up with. So surprisignly enough, this story is about *DUN DUN DUUUUUN* vampires :)
I know, I know, nothing new, a lot of people have already done that. I already know it's been done before, but hey, there has been a lot of silliness going on in the vampire universe and I would like to give the new generations something with REAL bloodsucking, sad, lonely vampires (Well, not exactly lonely, but you understand) for a change. There are hundreds of vampire stories out there, this one is no different, but I would like people to know that there exist vampires whose real drama is that they cannot live amongs humans as they would like to.
Anyway, I will cut the babbling here, I would like to thank whoever decides to read this, and whoever decides to actually get the novel as soon as it's published. I'm almost done with it, I just need to get it edited and I'm good to go. I hope to see you all pretty soon!
Best wishes
Sophie
I wanted to update the blog with some information about the first novel I am working on right now.
I will not let out a lot of information about it, but I just want you to know that it is a short novel because I'm just starting, and I would like to start off with something small. The novel doesn't give away anything new to the literary universe, but then again, nothing recently does that. I just felt that I would give the new generations a taste of the 'old school', the kind of things I grew up with. So surprisignly enough, this story is about *DUN DUN DUUUUUN* vampires :)
I know, I know, nothing new, a lot of people have already done that. I already know it's been done before, but hey, there has been a lot of silliness going on in the vampire universe and I would like to give the new generations something with REAL bloodsucking, sad, lonely vampires (Well, not exactly lonely, but you understand) for a change. There are hundreds of vampire stories out there, this one is no different, but I would like people to know that there exist vampires whose real drama is that they cannot live amongs humans as they would like to.
Anyway, I will cut the babbling here, I would like to thank whoever decides to read this, and whoever decides to actually get the novel as soon as it's published. I'm almost done with it, I just need to get it edited and I'm good to go. I hope to see you all pretty soon!
Best wishes
Sophie
sábado, 13 de noviembre de 2010
Welcome!
This is Sophie Deneke's journal.
Here you will see some of the things Sophie writes, updates about her upcoming novels and information about characters, events and situations that have to do with Sophie's writing.
Feel free to drop a line or two, the blog shall be updated very soon with information about the novels.
Best wishes
Sophie
Here you will see some of the things Sophie writes, updates about her upcoming novels and information about characters, events and situations that have to do with Sophie's writing.
Feel free to drop a line or two, the blog shall be updated very soon with information about the novels.
Best wishes
Sophie
Suscribirse a:
Entradas (Atom)